Muchos de los problemas dentales son ocasionados o exacerbados por temor a la visita al odontólogo.

Para nadie es nuevo escuchar la oración: “Le tengo miedo al dentista”; si bien es cierto, el sonido de la turbina no resulta muy agradable para nuestros oídos, la gran mayoría de las afecciones y pérdidas de piezas dentarias son ocasionadas por la insistencia de los viejos traumas de no rutinaria a la consulta dental. No debemos olvidar, que la salud entra por la boca; por tanto, la cavidad oral debe ser considerada nuestro templo. Un descuido con nuestra higiene oral, puede desencadenar incluso una situación de salud delicada.

Hoy por hoy, a nivel mundial, la caries dental resulta una enfermedad muy común; sin inicio, desarrollo y progreso, sería directamente proporcional al cuidado de la higiene por parte de nosotros mismos, y a la supervisión de un especialista. Sin embargo, no solo la falta de higiene oral puede desencadenar esta enfermedad, sino varias.

Las visitas a la consulta dental, no deben limitarse a cuando tengamos una emergencia, esta debe ser considerada parte de nuestra rutina dos veces por año. Cuando hacemos la visita periódica, el especialista puede diagnosticar de manera temprana cualquier situación, lo que llevaría a tratamientos menos complejos y por consiguiente probablemente sin dolor. Uno de los factores que acrecienta el miedo al dentista, es creer que todos los procedimientos llevan una cuota de dolor incluido, sin embargo, en la actualidad existen procedimientos totalmente alejados de esta sensación y mecanismos para contrarrestar niveles de ansiedad en caso de precisar intervenciones complejas de larga duración, como las cirugías. Lo importante es buscar un especialista capacitado en el área, quien sin lugar a dudas, sabrá diagnosticar y tratar de manera correcta y precisa lo que necesitaría en cada caso el paciente.

Cómo evitar la ansiedad en la visita a la consulta dental:

Cuide su higiene oral.
Visite al menos dos veces por año al especialista, la frase “Más vale tarde que nunca”, no aplica para odontología. Recuerde siempre que vale más prevenir.
No comente sus experiencias no afortunadas con una persona que no sea del área; cada caso es diferente y si esa persona tuvo una mala experiencia, se la transmitirá y elevará sus niveles de ansiedad.
Si tiene hijos, llévelos desde pequeños a la consulta dental.
Procure, en la medida de sus posibilidades visitar centros de consultas especializadas y personalizadas; las largas esperas probablemente aumentarían sus niveles de ansiedad.
Procure citas desde horas bien temprano, para evitar el estrés generado por el tráfico; llegar relajado es recomendable.
Dra. Yiselis Portes
Especialista en Odontología Estética
MP Dentistry Group
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