La odontofobia en niños

Escrito para la revista Medihealth

La odontofobia es el miedo o estado de angustia que sufre el paciente cuando debe acudir al dentista.

El miedo de acudir al dentista es una fobia que afecta tanto a niños como adultos, y para tratar este tema conversamos con Yiselis Portes, especialista en odontología estética y restauradora, título otorgado en la ciudad de Sao Paulo, Brasil. Portes cuenta con un postgrado en Docencia y Gestión Universitaria en la Universidad Católica de Santo Domingo.

Ella nos detalla el por qué es tan común este tipo de miedo en los niños y cómo los padres  deben abordarlo. Según una revisión de estudios publicada por la revista Journal of Health Psychology, el 65% de los dentistas se ven afectados de manera negativa por los pacientes que sufren odontofobia. Esto en definitiva es un problema real que afecta tanto a profesionales como a pacientes.

Para sobrellevar este tipo de miedo, existen diferentes técnicas de hipnosis o relajación, así como los avances continuos en el campo de la anestesia de las que los profesionales en esta rama de la medicina se pueden valer, como lo son la buena comunicación entre paciente y especialista, la paciencia y el establecer un vínculo de confianza entre ambas partes. La reducción de los tiempos de espera en la consulta y la creación de una atmósfera y una estética agradable de la misma son medidas más prácticas que también ayudan. Asimimo, es fundamental apuntar hacia un cambio cultural que implica generar hábitos que conviertan la ida al dentista en algo natural. Esto permitiría lograr establecer vínculos de confianza paciente-especialista, permitiendo enfrentar los temores de mejor manera, y de este modo, disminuir el factor incertidumbre que habitualmente se apodera de nuestras mentes al referirnos al tratamiento odontológico.

¿Cómo eliminar el miedo al dentista en los niños?

La orientación del especialista desde temprana edad sobre la importancia del cuidado de la salud oral y la participación de los padres en este proceso, juegan un papel fundamental. Muchos miedos son sustentados por malas experiencias de los propios padres en la consulta dental y la predisposición de aceptar tratamientos, o restarle importancia a la salud de su boca. Al acudir a la consulta con el especialista de la salud oral de manera temprana y al menos dos veces por año, pueden evitarse situaciones dentales complejas y por tal motivo, traumáticas que sin duda alguna van a producir estrés en el paciente odontopediátrico.

¿Cuáles son los síntomas de la odontofobia o fobia infantil al dentista?

Ansiedad, miedo a lo desconocido, trauma fomentado por mala experiencia en visitas anteriores y muchas veces por usar la visita a la consulta dental como castigo.

A ciencia cierta muchos síntomas pueden ser percibidos, incluso antes de la visita a la consulta, que en ocasiones hacen que se postergue aún más; estos niños por lo general son poco colaboradores a la hora de realizar su higiene bucal diaria. Otro factor importante a tomar en cuenta es la relación que existe entre especialista-paciente y es aquí donde muchas veces radica el mayor problema.

Cuando no hay buena relación; es decir, cambios constantes de especialistas, (lo que genera disminución confianza en el infante a su odontólogo tratante), trato poco afable por parte del profesional e incluso consultas con largas horas de espera, son detalles que, aunque a veces no se tomen en consideración por parte del padre o tutor, influyen en el aumento de los miedos a la consulta dental en los niños. Sin embargo, en casos de fobias extremas, es necesaria  la intervención de terapia psicológica para establecer la raíz de la situación y buscar una manera viable de solucionarla, sin que esto implique abandonar las visitas de rutina al dentista. En ocasiones si el daño persiste, el Odontólogo puede evaluar la posibilidad, de recurrir a la sedación del infante, siempre y cuando su condición de salud lo permita y con un especialista en anestesiología calificado para estos procedimientos.

Por tales motivos, establecer una buena relación entre el niño y su especialista juega un papel fundamental al momento de la atención. Hoy por hoy las consultas
especializadas están en auge y es precisamente por la conexión y confianza que genera ser atendido en un mismo lugar y siempre por un mismo equipo.

¿Cuándo se debe hacer la primera visita al dentista?

Dentro de los 12 primeros meses de vida. Sin embargo, se recomienda que dentro de los primeros 6 meses, sobre todo en mamás primerizas, la visita a la consulta será de gran ayuda para el proceso de dentición primaria.

Este primer encuentro es tan importante para el pequeño como para los padres, ya que funge como orientación sobre el cuidado y la importancia de mantener saludable estas primeras piezas dentarias.

¿Cómo deben preparar los padres a sus hijos para su primera visita al odontólogo?

Prevención es la clave. Los buenos hábitos de higiene oral se aprenden y fomentan en casa. La visita en familia al dentista promueve e incentiva el interés en los
pequeños de tener dientes sanos. Recordemos que los niños son el reflejo de lo que ven en casa, cuando ambos padres o quien tiene la custodia del pequeño, se involucra en las tareas cotidianas de higiene oral, se está desarrollando una conducta responsable de su cuidado personal.

En los últimos años, las consultas dentales han dando un gran giro, transformando incluso las salas de espera, que se han convertido en un ambiente agradable y acogedor, esto disminuye sustancialmente los niveles de ansiedad mientras espera ser atendido. De igual manera los materiales e instrumentos utilizados de alta tecnología, hacen que los tratamientos sean menos invasivos a la hora de realizarlos.

¿Qué recomienda para hacer de estas visitas una experiencia divertida para los consentidos de la casa?

Consultas personalizadas, incluir en su rutina de higiene oral aditamentos divertidos: Videos educativos sobre cepillado, hacerle entender que cuidar de su salud dental es también cuidar su cuerpo y que es una necesidad imperante y responsabilidad individual.

Los pequeños no deben premiarse por el cepillado, deben motivarse a hacerlo por el bien de ellos mismos Esta rutina en nuestros niños, formará adultos conscientes del cuidado de su higiene oral.

Sin restar valor a los grandes centros de atendimiento odontológico especializado, cabe resaltar que mientras mayor sea la espera previa a la consulta, mayores serán los niveles de ansiedad experimentados y no solo por el pequeño, sino por quien le acompaña.

La experiencia de otros niños que también esperen dentro del mismo lugar, también influirá en la conducta del suyo a la hora de ser atendido.

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