Sedación en Odontología

Para nadie es un misterio que las visitas al dentista siempre han sido motivo de estrés y ansiedad en muchos pacientes, lo cual ha provocado una de las principales causas de ausentismo, dificultando la toma de conocimiento del paciente respecto a su responsabilidad en el cuidado de su salud oral.

Hablar de sedación en el siglo XXI no es sinónimo de peligro; muy por el contrario, es una vía de fácil acceso al verdadero y desconocido mundo, para muchos, de la sedación consciente; la cual consigue resultados positivos tanto para el paciente como para el profesional de la odontología.

¿Cómo influye en el paciente el estrés y la ansiedad en la consulta odontológica?

El temor al dolor se ha relacionado fuertemente con un pobre estado de la salud oral.

Estudios realizados indican que el recuerdo del dolor es reconstruido con el tiempo; los pacientes altamente ansiosos tienden a sobrestimar el dolor que sentirán antes de llevarse a cabo el procedimiento dental. Por tanto, los episodios de estres y ansiedad son una gran barrera para buscar tratamiento dental profesional; sus implicaciones, en términos de la enfermedad dental, son significativas en los que respecta al deterioro de dentición y una gama de problemas psicosociales.

¿En qué consiste la sedación consciente?

La sedación consciente consigue mantener en un estado de relajación y bienestar al paciente, sin perder el conocimiento.

Dicho procedimiento es realizado en la consulta odontológica por un especialista en anestesiología a través de dosis controladas a fármacos sedantes por vía una intervención sin trauma y que el paciente no recordara.

Cabe destacar que la sedación consciente no es una anestesia general sino un complemento a la anestesia local, usada regularmente en odontología.

¿Cuál es el paciente ideal para sedación en la consulta dental?

A ciencia cierta cualquier paciente que haya tenido una evaluación previa sin evidencias de complicaciones sistémicas es apto para este tipo de terapia. Sin embargo, existen casos donde la sedación no es una opción sino una necesidad. Entre ellos están los pacientes dentofobicos, niños, pacientes con necesidad especiales, pacientes hiperactivos, pacientes que hayan experimentado algún proceso traumático en odontología, pacientes con nivel elevados de ansiedad o estrés, pacientes que serán sometidos a intervenciones quirúrgicas complejas, entre otros.

La gran ventaja de la sedación consciente radica en poder realizar al paciente una mayor cantidad de procedimientos odontológicos en una misma cita reduciendo así la cantidad de visitas a la consulta dental.

El manejo de la ansiedad y el estrés en la consulta dental constituye un gran reto para el profesional de la odontología, quien debe considerar el uso de medios complementarios y farmacológicos, a través de la sedación como una opción confiable y segura.

Orientar a los pacientes altamente ansiosos a sobreponer sus temores al tratamiento dental debe ser el objetivo principal, que resultaría en la mejora de la salud oral, en bienestar y la calidad de vida del paciente.

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